HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS
ESCRITA POR EL P. JOSEPH DE ACOSTA,
DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS
Publicada en Sevilla en 1590.
y ahora fielmente reimpresa de la primera edición.
TOMO SEGUNDO
MADRID
1894
Ramón Anglés, impresor.—Reina, 43.—Madrid.
HISTORIA
NATURAL
Y
MORAL DE LAS
INDIAS
EN QUÉ SE TRATAN LAS COSAS
notables del Cielo, elementos, metales, plantas y animales
dellas; y los ritos y ceremonias, leyes
y govierno y guerras de los indios.
COMPUESTA POR EL PADRE JOSEPH DE ACOSTA,
Religioso de la Compañía de Jesús.
DIRIGIDA Á LA SERENISSIMA
INFANTA DOÑA ISABEL CLARA EUGENIA DE AUSTRIA
CON PRIVILEGIO
Impreso en Sevilla en Casa de Juan de Leon.
AÑO DE M. D. XC.
Á LOS LIBROS SIGUIENTES
Habiendo tratado lo que á la historia natural de Indiaspertenece, en lo que resta se tratará de la historiamoral, esto es, de las costumbres y hechos de los Indios.Porque despues del Cielo, temple, sitio y cualidades delnuevo orbe, y de los elementos y mixtos, quiero decirde sus metales, plantas y animales, de que los cuatrolibros precedentes se ha dicho lo que se ha ofrecido, larazon dicta seguirse el tratar de los hombres, que habitanel nuevo orbe. Así que en los libros siguientes sedirá de ellos, lo que pareciere digno de relacion; y porqueel intento de esta historia no es solo dar noticia delo que en Indias pasa, sino enderezar esa noticia al frutoque se puede sacar del conocimiento de tales cosas,que es ayudar aquellas gentes para su salvación, y glorificaral Criador y Redentor, que los sacó de las tinieblasobscurisimas de su infidelidad, y les comunicó laadmirable lumbre de su Evangelio: Por tanto primerose dirá lo que toca á su Religion ó supersticion, ritos,idolatrías y sacrificios en este libro siguiente, y despuesde lo que toca á su policía, gobierno, leyes, costumbresy hechos. Y porque en la nación Mejicana se ha conservadomemoria de sus principios, sucesion, guerras yotras cosas dignas de referirse, fuera de lo comun quese trata en el libro sexto, se hará propia y especial relacionen el libro séptimo, hasta mostrar la disposicion yprenuncios que estas gentes tuvieron del nuevo Reinode Cristo nuestro Dios, que habia de extenderse á aquellas[x]tierras, y sojuzgarlas á sí, como lo ha hecho en todoel resto del mundo. Que cierto es cosa digna de granconsideracion, ver en qué modo ordenó la divina providencia,que la luz de su palabra hallase entrada en losúltimos términos de la tierra. No es de mi propósito escribirahora lo que los Españoles hicieron en aquellaspartes, qu